miércoles, 29 de diciembre de 2010

necesito verte aquí:

Era fácil descubrir que su mirada aparente de alegría escondía la tristeza que pocas veces se había visto en ella. Ni se había arreglado, y a penas se había pintado. Andaba arrastrando los pies y las manos en los bolsillos. Cuando le preguntaba en qué pensaba, o qué le pasaba, miraba ausente hacia un punto muerto para después responder un suave "nada".
Evidencia no era 2 + 2 son 4 ni tampoco que si mezclas el rojo con el amarillo da el naranja. No. En ese momento la evidencia estaba clara: le faltaba un trozo de ella misma. Le faltaba lo que formaba parte de su ser y lo había formado durante unos meses.
Sonreía sin ganas, y ya no contaba las mismas historias. Repetía siempre el mismo nombre y contaba una anécdota de cuando era feliz con ese mismo nombre. Recordaba en silencio y se le inundaban los ojos de lágrimas pero no caía ninguna.
Le dolía la ausencia, la tristeza no era un estado de ánimo para poder describirla en ese momento.
Le dolía el corazón, no hacía falta que me lo dijese. Le dolía querer.
Su ausencia y el corazón no le dejaban seguir.
Fue, cuando me sonrió sin ganas, una lágrima cayó al vacío. La miró con sentimiento de culpabilidad, filtrarse por su pantalón vaquero. Ya no había posibilidad de volver hacia atrás. Estaba ahí, había dejado sus sentimientos mojados, descubiertos.
Yo la miré, y me vi. Era yo. Decidí que ya era hora de volver a entrar en mí misma tras verme desde fuera.
Comprendí, que la evidencia no era 2 + 2 son 4. Ni tampoco que si mezclas el rojo con el amarillo da el naranja. Comprendí que me faltaba él. Comprendí que todo lo que había querido no había servido más que para darme mi propia felicidad. Comprendí que había quedado vacía por dentro y las lágrimas estaban preparadas para limpiar mi interior. Comprendí que esas lágrimas no iban a salir hasta recibir la negación. Comprendí, que ni el frío iba a hacer que volvieses.
Ya era suficiente. Si el dolor ni el frío no van a hacer que vuelvas, entonces,
seré yo quién lo haga.

1 comentario:

  1. He encontrado este blog y me ha encantado, te sigo;)
    Ojala estuviera en nuestras manos haccer que una persona fuera o viniera, ayudaria a curar MUCHAS depresiones

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