lunes, 7 de febrero de 2011

Oye,

No era su mejor momento. Y te lo dijo. Te lo hizo saber en ese mismo instante.
Necesitaba un abrazo, entrar en calor, el calor que el calentador no le daba. Quitarse el frío de una tarde de domingo de invierno. Necesitaba sentirse apoyada, tener a alguien que le diese un abrazo antes de que comenzase a llorar. Alguien que le hablara de cualquier otra cosa, que le contase aquel chiste de la rubia en la biblioteca que le gusta tanto. Que le preparase un colacao y se lo llevase calentito, con tres cucharadas, exactas. (aunque con 2 cucharadas también se conforma)
Alguien que le mandase un sms, o le diese un toque cuando se fuese, para asegurarse de que al menos un ratito más sería feliz, leyéndolo, o acordándose de ti. Lo necesitaba. Te necesitaba.
Hablaste con ella, le recordaste que estabas allí, de la mejor manera que podías hacer, supongo.
Después, no volvísteis a hablar, pero le hicíste reír, hablaste con ella. Bromeaste, saludaste, le llamaste por su nombre, le sonreíste, le miraste. Te reíste con ella sin sentido ninguno.
Y lo mejor de todo, es que tú no lo sabías, pero lo que casi más le hizo feliz, fue que te pusiste tanto el jersey verde y el azul marino, juntos. Esos dos colores que te sientan tan bien, y que le gustan tanto.
Y lo mejor, superior de todo, es que eso que ella necesitaba, no se lo diste, pero queda una pequeña posibilidad de que sí lo hagas.
Te quiere, piénsalo una vez más.

1 comentario:

  1. Hola, encontré tu blog y me gusta mucho lo que escribís, yo también escribo de vez en cuando. Te dejo mi blog por si queres pasar alguna vez: http://locassincensura.blogspot.com

    Un beso.

    ResponderEliminar